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domingo, 27 de octubre de 2013

TRAS LA TORMENTA...¿QUÉ VIENE?


Cuando dedicas todo tu tiempo a cuidar de alguien que depende de ti, muchas veces, no sólo basta con abandonar los hobbies, costumbres o rutinas diarias. Eso es casi una broma si lo comparamos con lo que compone la RENUNCIA TOTAL a la vida propia, es decir, junto con los hobbies, las costumbres y la rutina, también va el trabajo diario remunerado, las amistades y muchas veces, el propio cuidado de uno mismo.
Una vez inmersos en el cuidado de alguien, es difícil pararse a pensar en las renuncias que se han efectuado. Máxime cuando la persona dependiente es alguien de tu familia, alguno de tus padres o tu pareja. Con el paso del tiempo, el cuidador mimetiza sus necesidades con la persona a la que cuida, no las distingue como propias, y pasa el tiempo. Al final de esta situación, no sería grato pensar que nos olvidaremos del cuidador para siempre. Su vida no se ha acabado, comienza de nuevo. Sin la mochila que llevaba a cuestas, pero también sin uno de sus afectos.
Sea como fuere, la vida del cuidador experimenta un cambio, y vuelve a girar a su posición inicial, la de antes de aparecer la enfermedad, sin embargo, el cuidador no es la misma persona, porque en el camino el Alzheimer le ha enseñado muchas cosas, y le ha arrebatado otras muchas. Tendrá que volver a empezar, muchos cuidadores todavía están, cuando la situación de dependencia finaliza, en edad de actividad laboral, y, dependiendo del tiempo que hayan estado “cuidando”, se han descolgado por completo del difícil mercado laboral actual.
¿Qué pasaría si existiera un sitio donde acudir tras la tormenta que pudiera aunar esfuerzos para que el ex-cuidador pudiera asomarse de nuevo al mercado laboral? ¿Estamos preparados para asumir la inactividad laboral de un ex-cuidador e incluirlo en el sistema sin hacerle pagar un injusto peaje de desempleo?¿Creéis de verdad que para los ex-cuidadores tras la tormenta viene la calma?
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miércoles, 16 de octubre de 2013

NO LLORES, QUE NO PASA NADA

Él es alto, con buen porte, aún conserva la elegancia de hace no muchos años, incluso aún puede que alguien desde fuera no note a priori que está más afectado de lo que aparenta. Después de dar muchas vueltas desorientado, algo le hizo cambiar de dirección, como si de repente se “acordara” de que tenía que cumplir un encargo. Fue directo a su mesa. Se acercó despacito a ella, compañera de sala en una estancia común donde personas que conviven con la misma enfermedad, se miran a los ojos sin verse, se agachó para ponerse a la altura de su cara y le sonrió. Ella, al ver que se acercaba alguien sonriendo dejó de llorar, y lo miró extrañada. Él llevó la mano a la cara de su compañera, le acarició la mejilla, se acercó y le dijo bajito al oído, “no llores, que no pasa nada” y ella dejó de llorar y sonrió. 
 
Todos hablamos el mismo idioma, el Alzheimer no puede frenar el amor que sentimos por otras personas o el que otras personas nos dan sin pedir nada a cambio. 
 
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martes, 8 de octubre de 2013

AYER SOÑÉ...


Mi abuela tiene 73 años. Hace un año empezó a tener olvidos puntuales. Se olvidaba del monedero, a veces lo guardaba en sitios extraños (la nevera fue uno de ellos) e incluso llegamos a encontrar un sujetador en uno de los cajones de la cocina donde se guardan los cubiertos. No le dimos demasiada importancia, pero un día se olvidó del nombre de uno de sus nietos…ahí ya sabréis los que estáis leyendo este post y tenéis experiencia, que se vislumbraba algo más grave.

Fuimos al médico de cabecera, de ahí se derivaron pruebas y más pruebas que determinaron que lo que tenía mi abuela era Alzheimer.

Hoy hemos ido a que le administren la vacuna. No va a llenar de recuerdos las lagunas de memoria que tiene, pero va a frenar el avance la enfermedad. Estamos muy contentos, nos preocupaba mucho el avance, la destrucción de los recuerdos, no queríamos perder a la abuela, me refiero con “perder” a que no nos recordara. Hoy por fin le hemos puesto freno al Alzheimer, y es verdad que a lo mejor lo que ha olvidado no lo recupera, pero también es verdad que ya no va a olvidar nuestros nombres ni el nombre de sus nietos, con eso, nos sentimos más que satisfechos.

Después de esto, me he despertado. Todo era un sueño.

Dentro de poco, esta historia podrá ser contada por todos aquellos a los que ha visitado de una forma u otra el Alzheimer.


Actualmente ya se ha dado
vía libre a la realización de ensayos clínicos en humanos de la vacuna contra el Alzhéimer que ha diseñado el investigador Manuel Sarasa, y darán comienzo en primer trimestre de 2014.La vacuna está previsto que se administre de forma preventiva, es decir, en enfermos; el siguiente camino ideal sería que pudiera ser administrada cuando la enfermedad modifica una serie de indicadores o marcadores y el afectado todavía no manifiesta ningún síntoma. Hasta entonces, sea como sea la posología de algo tan ansiado por tod@s, pensaré en mi abuela, y en todas aquellas personas que padecen la enfermedad, y esperaré que pronto podamos soñar tod@s juntos lo mismo que soñé yo hace unas noches.

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