Con
el título de este post, queremos resumir su argumento.
Algunos
enfermos de Alzheimer (sobre todo, sus
familiares) están viviendo una situación en la han tenido que elegir entre
continuar el tratamiento paliativo de los síntomas que ha sido prescrito o no. Las
situaciones derivadas de la instauración del copago farmacéutico son las
responsables de que muchas veces haya que elegir. De forma más que habitual y
debido a la situación económica y el copago, hay personas que tienen que elegir
entre cubrir primeras necesidades cotidianas o sufragar tratamientos médicos prescritos,
y no sólo nos referimos a esta enfermedad
El
Colegio Oficial de Farmacéuticos de León y las ocho asociaciones provinciales
de familiares de enfermos de Alzhéimer
han elaborado un estudio realizado entre 300 cuidadores donde el objetivo es
detectar problemas en los tratamientos y posibles abandonos de la medicación
como consecuencia del copago farmacéutico.
El
objetivo es el de hallar las dificultades que puedan existir en la
administración de los fármacos que, en el caso del Alzhéimer contribuyen a la ralentización de la enfermedad. El
Colegio Oficial de Médicos ha advertido que se ya se detectan casos, con
respecto a esta patología y a otras, en los que los pacientes han abandonado
sus tratamientos por falta de recursos para costear las medicinas, una
situación agravada por el establecimiento del llamado copago farmacéutico.
En
el estudio también se han tenido en cuenta factores tan necesarios como la
comprensión por parte del paciente que vive sólo de las indicaciones del
medicamento, o la imposibilidad de éste (cuando no dispone de ayuda) de poder
ejecutar una instrucción tan simple para nosotros como es abrir una caja de
medicinas.
¿De
verdad es posible que, cuando nos encontramos tan cerca de la cura de la
enfermedad, tengamos que elegir? ¿Conocéis alguna situación similar?
Esperamos vuestros comentarios y también vuestros Me Gusta si el post os ha parecido interesante.
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