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domingo, 17 de julio de 2016

SÍNDROME DE SUNDOWNING O SÍNDROME DEL OCASO


Seguro que muchos de los cuidadores de enfermos de Alzheimer que estén leyendo este post, a medida que avanzan en su lectura, identifican perfectamente lo que vamos a detallar. Se trata del Síndrome de Sundowning o también llamado Síndrome del ocaso.

Este fenómeno, llamado así porque ocurre cuando se acerca el atardecer y llega la noche, debuta en el enfermo con un nerviosismo exacerbado con síntomas de ansiedad coincidiendo con el ocaso del día. Muchos enfermos de Alzheimer lo padecen y en ocasiones los cuidadores manifiestan que se tornan agresivos y nerviosos con unos niveles de ansiedad muy por encima de lo que muestran en otros momentos del día. Decir, a modo de curiosidad, que también existe en bebés, y es denominado cuando ocurre en personas de corta edad el “Síndrome del atardecer

¿Cómo identificar los síntomas causados por este síndrome?

En general, y seguro que al leer el listado de síntomas más de un cuidador sabrá de qué estamos hablando, se perciben las siguientes señales en el enfermo :

Agitación, movimientos compulsivos (agarrar objetos, frotar superficies…etc.), repetición de palabras, frases, susurros, movimientos de frotar la manos entre sí o contra partes del cuerpo, gritos, lloros, desorientación más acusada que durante el día, emociones más acentuadas, tristeza, ira, frustración, posibles intentos de agresión, sensación de tener que cumplir una tarea con referencias a la vida anterior (tener que ir a trabajar, marcharse a casa, cuidar de los hijos…etc.) deambulación creciente, nerviosismo, ansiedad, sensación de peligro inminente, insomnio, temores, alucinaciones más acusadas…etc.

¿Lo habéis identificado? Si sois cuidadores, seguro que no os resulta desconocido que algunos enfermos de Alzheimer al llegar el atardecer, se comporten de esta forma, o tengan algún síntoma de los descritos anteriormente. Si es así, bienvenidos al Síndrome del Ocaso o Sundowning.

¿Qué desencadena este síndrome tan habitual en enfermos de Alzheimer?

En primer lugar uno de los factores más importantes que precipitan esta serie de síntomas es la alteración de los ritmos biológicos (o ritmos circadianos) del enfermo. Es decir, los ciclos de sueño, que en una persona sin alteraciones cognitivas, se repiten de forma cíclica y natural regidos por nuestro reloj biológico interior, en un enfermo de Alzheimer no poseen esta regularidad, por lo que éstos carecen de ese “aviso” natural que nos da nuestro cuerpo y que nos dice cuándo debemos dormir y cuándo despertar. Uno de los factores culpables de la regulación de los ritmos de sueño en los humanos es la melatonina. Esta hormona es segregada por la glándula pineal, y se encuentra claramente disminuida en enfermos de Alzheimer, de ahí que ésta sea una de las causas principales del síndrome del ocaso.

Según los estudios realizados acerca de este síndrome, es más frecuente de lo que creemos en medicina geriátrica y sobre todo en enfermos de Alzheimer y otras demencias.

¿Conocíais este síndrome? ¿Habéis presenciado como cuidadores los síntomas descritos justo al comenzar el atardecer o finalizar el día?

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martes, 12 de julio de 2016

DESAPARICIÓN DE UN ENFERMO DE ALZHEIMER


Un tema que no se trata de forma habitual es el relativo a las desapariciones de enfermos de Alzheimer.

Es frecuente que cuando la enfermedad está en su fase inicial, el enfermo habite sólo en su domicilio o todavía mantenga rutinas que impliquen salir a la calle de forma solitaria a realizar recados más o menos comunes, pueda desorientarse y perderse, consumándose una desaparición que en ocasiones tiene un fatal desenlace. Puede ser también que un despiste de los cuidadores o familiares o el interés desmedido del enfermo por salir del domicilio faciliten esta situación, en cualquier caso se trata de una emergencia en la que las actuaciones que llevemos a cabo durante los primeros momentos, son cruciales para la buena resolución de esta.

Muchas veces hemos oído que las primeras horas que suceden tras la desaparición de una persona, son clave para intentar encontrarla sana y salva. A veces, si en la situación interceden terceras personas o se trata de una desaparición forzada, el desenlace queda a merced de variables que no podemos controlar, pero aun así, tras la noticia de la desaparición de alguien, y más si se trata de un enfermo de
Alzheimer, las primeras decisiones o acciones que se lleven a cabo, marcarán de forma ineludible los acontecimientos futuros.

Nos centramos en las desapariciones de enfermos de
Alzheimer, para poder llevar a cabo uno protocolo informativo de primeras acciones una vez conocemos la situación :

- No hay que esperar nunca, en caso de que nos encontremos ante la desaparición de un enfermo de
Alzheimer, hay que acudir de inmediato a la policía indicando lo que ocurre. Se trata de un enfermo, por lo que es de VITAL IMPORTANCIA actuar en el momento. Ha podido ir a muchos sitios voluntariamente, pero también ha podido desorientarse y encontrarse en peligro, por lo que actuar de inmediato es reducir la posibilidades de un desenlace negativo. Si la comunidad donde residimos tiene habilitado el servicio del número 911, hay que llamar a ese número. Sino, debemos llamar a la policía de nuestra ciudad.Un enfermo de Alzheimer desaparecido debe ser tratado siempre como una emergencia.

- Hay que trasladar a las autoridades TODOS los datos que creamos oportunos sobre la persona desaparecida: Información detallada de la enfermedad, de la situación en la que ha desaparecido, fotografías recientes, rasgos, datos identificativos…etc. Esto ayuda a comprender el contexto en el que se encuentra el enfermo y a identificarlo de mejor manera en caso de localizarlo. Una lista que detalle la edad, sexo, estatura, peso y otras características físicas de la persona junto con su tipo de sangre, estado de salud, medicamentos, fichas dentales, necesidades dietéticas y demás información pertinente para compartir con el personal de búsqueda es una buena opción a la hora de trasladar a información.

- Proporcionar un artículo de vestir usado por el enfermo que no esté lavado, guardado en una bolsa de plástico para ayudar a los perros policía en la búsqueda de su ser querido es también una pauta a seguir. Podemos coger la prenda con guantes de goma para evitar agregar nuestro olor en ella.

- Debemos indicar cuáles son los lugares peligrosos que existen en nuestro barrio, o zona de convivencia, en los que es urgente que se realizase la búsqueda primera con el objeto de evitar que el enfermo, en caso de estar en algún emplazamiento peligroso, pueda sufrir daños, (nos referimos a cruces de caminos, vías de tren, puentes cercanos, riachuelos, viaductos, zanjas en obras, cuestas o terraplenes…etc.)

- Proporcionaremos también una lista de lugares donde le gusta ir a la persona, tal como un centro comercial, la iglesia, un parque al que pueda entrar o algún otro sitio que le sea familiar (una buena idea es detallar dónde vivía anteriormente el enfermo, si el lugar se encuentra en la misma cuidad, suelen volver a ubicaciones familiares del pasado)


Por lo grave de esta situación, y porque creemos que todavía no existe la sensibilización que necesita, hemos iniciado una campaña junto con
Sosdesaparecidos Aragon, a la que esperemos se sumen más entidades que se dedican directamente a apoyar y solucionar esta problemática, para realizar entre todos un protocolo divulgativo sobre qué hacer en caso de que un enfermo de Alzheimer desaparezca de su domicilio o del centro en el que resida

¿Qué os parece esta iniciativa?

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