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lunes, 8 de abril de 2013

ECPATÍA...¿CÓMO DICE?

Todos conocemos la palabra empatía y su significado.

La palabra Ecpatía aunque parecida y que comparte la misma terminación, significa todo lo contrario.
La definición de Ecpatía se refiere al proceso mental de carácter voluntario por el cual podemos, deliberadamente, excluir sentimientos o emociones que nos transmite la situación que vive una persona cercana a nosotros. Es decir, es la capacidad que podemos desarrollar para que los sentimientos que nos transmiten personas cercanas (enfermas o sanas) no nos influya emocionalmente hablando. En cierta forma, es exactamente lo opuesto a la empatía. Es lo que frenaría el contagio emocional, la manipulación mental o la histeria de masas.
¿Qué tiene esto que ver en la enfermedad de Alzheimer?

 ¿Necesitamos de Empatía y Ecpatía si somos cuidadores de un enfermo de Alzheimer? En efecto, necesitamos de dosis de ambos conceptos.

La ecpatía no es lo mismo que la frialdad, la indiferencia o la dureza afectiva, sino que es una maniobra que compensaría al exceso de empatía.

El contagio emocional es necesario en un cuidador, pero hasta cierto nivel. La ecpatía está ligada al freno del estrés emocional, es decir, aplicando ciertas dosis, es más probable que el cuidador no sufra del estrés que genera cuidar a una persona enferma de Alzheimer y sobre todo, paraliza el contagio mental que supone el problema durante las 24 horas del día, puesto que la persona enferma lo está a tiempo completo. Aunque esto suene prometedor, cuando el enfermo de Alzheimer es tu madre, padre, herman@ o espos@ la ecpatía es un concepto que no es posible cumplir aunque lo deseemos y sepamos que es por nuestro bien emocional.

Oímos hablar constantemente del estrés del cuidador, y de la pregunta “¿Quién cuida al cuidador?” pero verbalizar estas ideas no basta. La enfermedad de Alzheimer es un monstruo que el cuidador lleva pegado a él como si se tratase de su sombra, y cuando la enfermedad la padece un ser cercano, y por tanto, querido, es imposible no pensar a cada minuto en ella, haciéndola protagonista indiscutible de nuestra existencia diaria.

¿Vosotros creéis que cuando un familiar cercano padece Alzheimer es posible tener ecpatía? ¿Es posible “aparcar” durante algún momento la enfermedad y pensar en uno mismo cuando hay una persona querida que nos necesita las 24 horas del día? Los conceptos actuales de “estrés del cuidador” y “síndrome del cuidador quemado” que tan presentes tenemos, ¿son aspectos que se pueden paliar? ¿Es utópico pensar que pueden llegar a no existir?

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2 comentarios:

  1. Muy buen post para reflexionar acerca de ambos conceptos. Pero,en efecto, pienso que si la persona enferma es un familiar cercano o algún amigo muy allegado, la ecpatía es dificilísima de conseguir, sobretodo por los sentimientos que te ligan hacia la persona.

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  2. Es cierto Sheila,cuando el enfermo es un familiar o persona muy cercan@ la ecpatía es practicamente imposible, por no decir una utopía, lo peor es que estamos inundados por el lema "El cuidador debe cuidarse" y "Stop al Stress del cuidador" pero cumplirlo luego es muy dificil.
    Un abrazo muy fuerte y mil gracias por dejar tu comentario y por pasarte por el Blog.

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